RESUMEN DEL DEBATE ORGANIZADO POR ACAMPADA SALAMANCA EL DÍA 20 DE SEPTIEMBRE DE 2011 EN LA PLAZA MAYOR
El
día 20 de Septiembre, el Movimiento 15M Salamanca celebró, en el marco
de la acampada pro-referéndum de la reforma de la Constitución, un
debate sobre los logros, el presente y el futuro del movimiento 15M. El
debate tuvo lugar en la Plaza Mayor, escenario de la propia acampada
desde el día 18, a las 20 horas, y aquí se presenta un resumen de las
ideas que se expusieron en él.
El pasado del movimiento
Sobre el pasado del movimiento se resaltó cómo había contribuido a reactivar las relaciones entre las personas,
más allá de etiquetas diferenciadoras. Las personas que se movilizaron
en un principio estaban motivadas por aquello que les ocurría, a ellos y
a los demás, y por un sentimiento compartido de hartazgo por promesas
incumplidas. La gente se empezó a reconocer en los demás, en otras
personas que planteaban las mismas reivindicaciones y que tenían ideas
parecidas sobre los mismos problemas, pasando por encima de distinciones
sociales. Este reconocimiento ayudó a generar confianza entre los que
se unieron los primeros días, puesto que esta confianza es más fácil
cuando se prescinde de las etiquetas. A su vez, la confianza se vio
fortalecida por el principio de horizontalidad, por la ausencia de
líderes que propició la rotación en las responsabilidades. Se mencionó
que, desde las pocas personas que empezaron, se ha llegado a cifrar en 8
millones el número de personas que han colaborado activamente en España
con el 15M, sin olvidar que éste ha nacido como parte de un movimiento
global.
El presente del movimiento
Éste
fue el punto del debate al que menos intervenciones se dedicaron, pero
se hizo la importante afirmación de que el presente es la Plaza Mayor,
el lugar donde está la acampada actualmente y el lugar donde no se nos
quería ver, puesto que proporciona unas posibilidades de difusión
únicas. En otra intervención, el presente del movimiento se definió como
“palos” (agresiones policiales, que han venido ocurriendo desde el
primer día), “veneno” (encarnado por ciertos medios de comunicación) y
“abrazos” (las tentativas de acercamiento y expresiones de simpatía de
algunos partidos políticos que pretenden un provecho electoral).
También
se habló de lo sucedido en la marcha a Bruselas a su paso por París, y
se expresó un mensaje de solidaridad con sus participantes.
El futuro del movimiento
En
contraste con lo anterior, ésta fue la parte del debate que acaparó la
mayor dedicación de los intervinientes, y especialmente en lo referido a
la posibilidad de que el movimiento 15M se transforme algún día en un
partido político. Esta posibilidad fue rechazada por todos los que la
trataron, por diferentes motivos:
- Porque la política ya está muy podrida, porque los cargos públicos implican ataduras y favores, y porque el 15M no quiere ser un agente de secuestrador de la democracia, como lo son los partidos, que han olvidado que ellos no son los dueños de la democracia, sino su instrumento.
- Porque, como hace el 15M, es mejor empezar por la base. Un partido político en el poder puede hacer muchas leyes buenas, pero esas leyes serán papel mojado si la gente no las conoce y no cree en ellas. Por eso es mejor empezar por abajo, trabajando con los ciudadanos, y no por arriba.
- Porque los partidos políticos son, en realidad, títeres de los poderes económicos.
- Porque importa mucho más pensar, hablar, protestar, insistir, controlar a quienes ejercen el poder y reivindicar el papel de ciudadano.
- Porque los partidos son estructuras jerárquicas, mientras que en el 15M todo el mundo es igual.
- No es necesario ni plantear que el 15M se convierta en un partido, si el 15M consigue hacer la suficiente presión y utilizar el diálogo y la información para conseguir que la clase política haga caso a las demandas de la ciudadanía. La clase política ya puede, en el momento actual, conocer y aplicar esas demandas y propuestas.
Además,
respecto al futuro del movimiento se hicieron otros apuntes y
reflexiones. De dentro a fuera, en el movimiento hay un “nosotros”, las
personas que activamente están en el 15M y trabajan en sus acciones; un
“vosotros”, que son personas que todavía no se han integrado en el
movimiento, pero que vienen a escucharlo, a conocerlo; y un “ellos”, que
son personas que permanecen ajenas al movimiento y a los problemas que
pone de relieve. El futuro es que el “vosotros” y el “ellos” pasen a
formar parte del “nosotros”.
El
movimiento no es un partido, y no es un movimiento violento. ¿Qué será?
Se apuntó que no sería conveniente definir al movimiento, puesto que
está compuesto de muchas personas diferentes. Además, una definición
podría implicar una autolimitación a unas reivindicaciones que, si en
algún momento fuesen atendidas, dejarían al movimiento vacío. Pero se
plantea el dilema que el movimiento se limite a pedir cosas
continuamente a la clase política existente.
Claramente
se abogó porque en el futuro el movimiento siga en las plazas (y en la
Plaza) debatiendo, acercándose a la gente, y dando a conocer su opinión.
Informarse, informar, retomar los espacios públicos y no dejarse
manejar por la clase política seguirán siendo pilares esenciales del
15M.
Se
indicó por último que el 15M no se acaba con la acción puntual de la
acampada pro-referéndum, sino que ésta es sólo una prioridad
transitoria, y hay que seguir, de acuerdo con una línea maestra de
recuperación de espacios públicos.
Otros temas
Algunos
intervinientes expresaron puntos de vista más basados en su experiencia
personal, y hablaron de lo asombroso que resultaba ver cómo la gente,
en y con el 15M, se callaba para escuchar cómo hablaba otro, y cómo las
personas colaboraban unas con otras por unos objetivos comunes, creando
cercanía. Se alabó la valentía necesaria para mantener una actitud
pacífica en situaciones como cargas policiales. También se destacó
cuánto enriquece a las personas una experiencia así, cuánto se puede
aprender de ella y mejorar. Participar en el 15M es una experiencia que
también impele a reflexionar sobre uno mismo, sobre lo que sabe o cree
saber, y sobre la opinión o ideas que tiene al respecto. Este cambio que
empieza por uno mismo es el primer paso necesario para que la gente se
cuestione lo que ocurre a su alrededor. Impulsar una cultura crítica y
reflexiva es, en sí mismo, un éxito del movimiento.