jueves, 16 de junio de 2011

Pacto del Euro: Principales medidas


1. Pacto del Euro: Principales medidas

(A) Impulsar la competitividad (capacidad para vender productos en el extranjero) por la vía de eliminar los mecanismos actuales de ajuste de salarios a la subida de los precios, como las clausulas de revisión salarial que hay en España y que los salarios crezcan al ritmo de la productividad. Esto supone que la distribución de la renta entre trabajadores y empresarios se mantendrá fija en el tiempo. En España los salarios han estado creciendo los últimos años por debajo de la productividad y a nadie le ha parecido un escándalo, con lo que la distribución de la renta a favor de salarios se ha deteriorado ¿por qué ahora precisamente se quiere mantener fija para el futuro dicha distribución? ¿Por qué la distribución de 2011 es la que se quiere mantener en el futuro?
Asimismo, se propone como principal vía para lograr mayor competitividad reducir la centralización de la negociación colectiva, que se negocie empresa por empresa. La teoría económica no dice que esto sea mejor que sindicatos fuertes que negocien a nivel nacional. La única consecuencia cierta es que, a nivel de empresa, el poder de negociación de los trabajadores es mínimo. Esto es aún más claro en casos como el español, donde más de la mitad de los trabajadores se emplean en empresas de menos de 10 trabajadores.
Debe recordarse que las políticas laborales no son competencia europea.

(B) Promover el empleo a través de la llamada flexiseguridad y de disminuir los impuestos al empleo juvenil.
La flexiseguridad, teóricamente, consiste en promover un mercado de trabajo donde se pueda despedir libremente y donde exista una prestación de desempleo muy generosa y larga. Típicamente era Dinamarca, que, por cierto, acaba de reducir la generosidad de dicha prestación. No creo que, en el contexto actual, se esté pensando en ampliar la protección, sino únicamente eliminar los costes de despido. Por otra parte, los que apoyan esta estrategia afirman que los trabajadores deben acostumbrarse a cambiar de trabajo continuamente a lo largo de su vida. Pero, ¿y si la ciudadanía prefiere un mercado de trabajo donde haya más estabilidad? ¿Van a obligarnos a votar algo que no nos guste?
En relación con los impuestos sobre el empleo juvenil, los tiros van por reducir las cotizaciones sociales, que en el marco actual se usan para pagar las pensiones. Aparte de que el efecto sobre el empleo de esta medida es poco claro, es bastante criticable que desde las autoridades se dediquen a impulsar reducciones de los impuestos para financiar las pensiones al tiempo que reclaman que se recorten dichas pensiones por ser su gasto “insostenible”.
De nuevo, debe recordarse que las políticas laborales y fiscales no son competencia de la UE.

(C) Disciplina fiscal, con especial referencias a pensiones y sanidad.
En relación a la sanidad y las pensiones, el principal problema es que si no se financian públicamente (como ahora), las personas tendrán que financiarlas de forma privada y en este caso, la posible “reducción” del gasto vendrá por la vía de que muchas personas no puedan financiar su seguro sanitario o de pensiones. En el caso de España, el problema es, en todo caso, el bajo gasto sanitario, de los menores de la UE y no que sea elevado precisamente.
El pacto hace también referencia a evitar la jubilación anticipada y elevar el empleo entre los trabajadores mayores. Al contrario de las críticas que he oído de los acampados en algunos foros, el que haya más o menos mayores empleados, en general, no tiene mucho efecto sobre el empleo juvenil; esto ocurre básicamente porque no son trabajadores equivalentes. No es lo mismo un chaval de 20 años que un tipo de 55 años con mucha experiencia laboral y formación en el empleo. Por eso creo que, desde mi punto de vista, sería erróneo desde la plataforma 15-M pedir la jubilación anticipada para que eso genere “hueco” a los jóvenes. Hecho este inciso, hay que decir que en España la gente que abandona anticipadamente el mercado de trabajo (antes de los 65 años) no es precisamente porque el sistema de pensiones sea muy generoso con ellas (la penalización por cada año que te retires antes es del 8% por cada año, más que en un sistema privado). En realidad, lo que ocurre es que muchas personas son despedidas, siguen cobrando algunos años a través de prejubilaciones; posteriormente, a través de las prestaciones de desempleo y, una vez alcanzados los 60 (mínima edad de jubilación), acceden a la pensión.
Se reclama también que las reglas fiscales de la UE, no superar el 3% del PIB de déficit anual y el 60% del PIB de la deuda pública, se incorporen a los ordenamientos nacionales. Continuamente, se hace hincapié en que esto se realice a través de la contención del gasto, cuando también se podría realizar por la vía de incrementar los ingresos, con más razón en un país con una presión fiscal baja como España.
De nuevo, debe recordarse que estas políticas no son competencia de la UE.

(D) Estabilidad financiera por la vía de regulaciones. Poco que añadir, parece un brindis al sol.
(E) Participación. Se hace referencia a la armonización fiscal. En algunos casos, como el impuesto de sociedades, podría ser positivo, para evitar que algunos países dejen de usar este impuesto (reduciéndolo) como elemento para atraer empresas. En la actualidad, hay una competencia a la baja en esta materia. En todo caso, parece otro brindis al sol.
Y, sobre todo, hay que recordar que, en todo caso, a la actual Comisión Europea, con Durao Barroso al frente, la han elegido y apoyado los gobernantes europeos. En particular, uno de los que votó a favor fue España.

2. Medidas anti-sociales de ZP

(1) Reducción de impuestos en periodo de expansión de la economía, siendo España uno de los países de la UE-15 con menor presión fiscal. Y de estos polvos vienen casi todos los lodos posteriores en materia de recorte del gasto.

(2) En este contexto, supresión o modificación a la baja de impuestos directos, que gravan la capacidad de pago directa de las personas o empresas (IRPF, Impuesto de Sociedades, Impuesto sobre Patrimonio, Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones), y, al mismo tiempo, elevación de impuestos indirectos (IVA, Impuestos sobre Hidrocarburos, impuestos especiales sobre tabaco y alcoholes). Con estos cambios, el sistema fiscal se ha hecho menos progresivo.

(3) Abaratamiento de los costes del despido, pasando de 30-45 días por año trabajado (despido improcedente) a 20 días por año trabajado en la reforma recién aprobada.

(4) Paralización de la aplicación de la ley de dependencia.

(5) Reducción de los sueldos y salarios de los trabajadores públicos. En este colectivo no hay sólo funcionarios, sino trabajadores laborales con contrato indefinido, trabajadores con contratos temporales (el mismo porcentaje que en el sector privado) y dentro de esta categoría están también los becarios.

(6) Aprobación del Plan Universidad 2015, que, entre otras cuestiones, propone que las principales decisiones de las universidades españolas ya no sean tomadas por un equipo rectoral elegido democráticamente, sino por un consejo formado por expertos de reconocido prestigio (miedo da esto) y del sector empresarial, entre otros.

(7) Algunos aspectos de la reforma de las pensiones. En primer lugar, la congelación de las mismas, contra lo establecido por el Pacto de Toledo. En segundo lugar, el alargamiento del periodo de cómputo de las pensiones. Con la reforma, se utiliza un mayor número de años y, cuando estos años están en blanco, se contabiliza únicamente la mitad del salario mínimo, lo cual va a perjudicar especialmente a las mujeres, con mayores lagunas de cotización debido a que compatibilizan vida laboral y familiar. En tercer lugar, con la reforma los primeros años cotizados pierden peso a favor de los últimos (anteriormente, los primeros contaban más), lo que perjudica, de nuevo, a aquellos colectivos con carreras de cotización cortas (especialmente aquéllos que se incorporaron tarde al mercado laboral). Por último, en 2006 el gobierno hizo una reforma consistente en que para acceder a una pensión se excluían las pagas extraordinarias (con lo cual, para un trabajador con dos pagas extraordinarias se pasaba de requerir 12,5 años para tener una pensión a 15 años). Esto perjudica a las personas con carreras de cotización cortas, previsiblemente mujeres.

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