Ante el cierre y desalojo de la Puerta del Sol de
Madrid, los y las participantes del Grupo de Trabajo de Economía Sol
quieren manifestar:
1.- Que es un derecho de la ciudadanía de cualquier país
transitar y permanecer en cualquier lugar donde se desee mientras no
conculque los derechos de otros. Agredir y desalojar a quienes esperaban
en la Puerta del Sol a que el reloj marcase las ocho, hora de
convocatoria de una concentración, no es propio de unos gobernantes que
se proclaman democráticos. Esas personas no han cometido ningún delito
por esperar pacíficamente en la plaza e, incluso, algunas de las
agredidas por la policía ni siquiera tenían intención de unirse a la
concentración, sino que simplemente estaban allí como cualquier otro
día, creyendo que la policía estaba presente para protegerlas y no para
agredirlas. ¡Qué poco aprecio por la ciudadanía tienen esos gobernantes!
2.- Que lamentamos la hipocresía de quienes meses atrás
acusaban a la Acampada Sol de producir una disminución de los ingresos
de los comercios de la Puerta del Sol e, incluso, llegaban a hablar de
pérdida de puestos de trabajo. Desde que la presencia del movimiento
15-M se redujo a un pequeño punto de información, es evidente que no han
disminuido los ingresos de esos comerciantes. Por el contrario, muchas
personas han acudido a la Puerta del Sol únicamente para obtener
información sobre el 15-M, nuestras propuestas y nuestro calendario de
eventos. Una vez más, comprobamos el poco aprecio por la verdad que
tienen nuestros gobernantes.
3.- Que Punto Sol se creó con materiales reciclados y
donaciones gratuitas cuando gobiernos auténticamente democráticos
ofrecen a los movimientos sociales de sus países ayudas muchísimo más
cuantiosas que lo que podría haber sido un pequeño local prefabricado
donde se informase a la ciudadanía en condiciones propias del tipo de
país que se supone que es España. Naturalmente, el movimiento 15-M tiene
muchas razones, y ahora aún más, para despreciar la ayuda de quienes
simplemente quieren destruir los movimientos sociales que puedan ser
críticos con la gestión de sus gobernantes. Una vez más, por lo tanto,
comprobamos el pobre concepto de democracia que tienen esos gobernantes.
4.- Que estos gobernantes son amigos de desalojar al
débil y subvencionar al poderoso, pues, violando el artículo 5.2 de la
Ley Orgánica de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, que señala que deben
“impedir, en el ejercicio de su actuación profesional, cualquier
práctica abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia
física o moral”, utilizan cientos de agentes de Policía para llevar a
cabo el desahucio de personas que, por circunstancias de las que no han
tenido ninguna culpa, no han podido hacer frente al pago de la hipoteca o
del alquiler al Instituto Municipal de la Vivienda Madrid e, incluso,
cuando habiéndose efectuado el pago, éste se ha hecho fuera de plazo. La
imagen de las personas desahuciadas que ya no tienen un techo parece no
importar a nuestros gobernantes.
Asimismo, es vergonzoso que algo tan simple como la
dación en pago, que es común en la mayoría de los países, en este país
todavía tenga que ser reivindicado en la calle. Y es más vergonzoso aún
que la respuesta de los gobernantes sea cerrar una plaza para evitar las
protestas. ¡Qué poco aprecio por la vida humana!
5.- Que a nuestros gobernantes no les preocupan el paro,
la precariedad laboral, los desahucios y, por encima y como causa de
toda esta situación, que nuestra economía esté en manos de agencias de
calificación y de bancos extranjeros porque, desde su sometimiento a la
oligarquía financiera, no se atreven a exigir que el Banco Central
Europeo compre deuda española, o de cualquier otro país de la Zona Euro,
al tipo de interés preferencial al que se ofrece a los bancos que la
compran obteniendo pingües beneficios en una operación que no sólo no
produce ninguna riqueza, sino que genera más y más pobreza.
Si el Tratado de Lisboa no lo permite, ¿por qué no
modificar el Tratado de Lisboa? Porque lo único que demuestran estos
gobernantes es cuánto aprecio sienten por el rico banquero y cuánto
menosprecio por la Economía de su propio país y la calidad de vida y
dignidad de sus habitantes.
6.- Que lo único que inquieta a nuestros gobernantes es
que se vea en la calles que España no va bien, y, sobre todo, que la
ciudadanía sepa que ellos son parte de la causa por la que no va bien.
7.- Que seguiremos reclamando nuestro derecho de reunión
pacífica en lugares públicos y, especialmente, en la Puerta del Sol,
enclave donde desde el día 15 de mayo se ha dado un verdadero ejemplo de
la democracia que nuestros gobernantes rechazan poner en práctica, y
que exigiremos la devolución de todos los materiales gráficos y
documentales que fueron confiscados en el desahucio del puesto de
información de la Puerta del Sol.