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Que los políticos y banqueros tomen nota,
no nos engañan, o por lo menos no nos
engañan a muchos.
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Ayer 20 de noviembre, día de elecciones generales, nuestra Catedral, símbolo salmantino de porte tan señero como la Plaza Mayor, se ha engalanado para la ocasión luciendo una pancarta con la indignación del pueblo. “Toma la Plaza”, nos dice, “venga el pueblo y tome lo que es suyo”, parece que nos quiere decir.
Que los políticos y banqueros tomen nota, no nos engañan, o por lo menos no nos engañan a muchos.
Ayer, más que nunca, la Catedral de Salamanca estaba guapa, guapa.
