sábado, 21 de septiembre de 2013

¡Viva el vino, diputad@s!

 Hoy la casta política salmantina celebra el Día de la Provincia, con homenaje incluido a la Diputación por sus 200 años de caciquil control político y administrativo sobre la población.

Para adherirse a tan necesaria celebración un compañero, "opositor a bandolero", ha escrito un "artículo" de opinión que reproducimos


¡Viva el vino diputados!

Mientras las comarcales se desmoronan, las urgencias se cierran y las vendas ya no están en los centros de salud porque ya son solo de venta en farmacias, caciquillos de provincias celebrarán a nuestra costa el aniversario del invento despotista ilustrado que en el camino perdió el lustre: la Diputación Provincial, nido de allegados, mediocridad y alterne, a iguales partes; fauna salmantina sin igual que la cruda realidad muestra su alineamiento general con  Topamís, Fabras y Baltares, tan queridos en tierras forasteras y tan reídos en los alrededores.

Diputados que no son votados por ningún ciudadano, ni en general ni en particular, sino por otros concejales y alcaldes,  gracias al compadreo y la prebenda ofrecida, auténtica democracia del pueblo, ese que sólo elige alcalde para que de rondón, los más listos, se repartan los diputados pasteles: 25.000€ anuales por cabeza, 4-5 mañanas al mes tirando por lo alto. Incluidos complementos varios, no se vaya ud. a creer que esto son los EREs de la Gurtel. No cuentan en la peonada las fotos, las comidas y las fulanas, pues esas no van a cargo de la casa... ni del palacio de Costra-Enríquez, al menos del presupuesto, lo que hagan con los sobres son otros cantares.

Funcionarios que no son funcionarios sino incapaces, pero sobre todo primos del alcalde, que en aquel lejano día les colocó, tras hacer lo propio, en las altas esferas provinciales. Comisiones de servicio las que se inventaron, todas con destino en la capital, lugar natural de los elegidos para la gestión de la provincia. Santo castigo los de oposición no amañada, cuya máxima preocupación son ya exámenes a otros destinos que los rediman, tras años de castigo divino al servicio y la función pública en  tan sodoma institución.

Contratantes de facturas y contratados de salarios, auténtico parasitismo vergonzante pero mantenedor del empleo en la provincia, a costa de sobres y regalos, votos y favores. Siempre se agradecerán los esfuerzos diputados por la economía familiar, local y provinciana. Lástima que tod@s callen, estirpes completas, y por la cuenta que les trae.

Sindicalistas a los que sólo les queda el logo, porque delante están los privilegios, el pacto de silencio, otro día más, y quéjese ud. en otra puerta, si la encuentra... Desprecios ni para Evencia Juez, desde el hay-untamiento vino a poner orden y no encontró a los suyos, hasta que dió en el registro su última pataleta, del que no se supo nada más, pues ya se sabe que la burocracia es lenta, y la de la gomorra institución tiene 200 años de retraso y experiencia.

Periodistas y diarios, que disfrazan su democrática dignidad en una libertad vigilada por la fuerza oscura de la profesión, mano derecha de la presidencia; esa que parte y reparte, de los dineros publicitarios la mejor parte, entre los medios de postín, que aún no son propiedad del partido y allegados; con el animoso fin de enterrar las verguenzas y desverguenzas de toda esta tropa de canallas, que aún mantenemos con conocimiento de causa y de efecto, aún sin libreprensa opinadora.

Realmente creo que sí, todas somos la Diputación. 200 años no son nada

¡Viva el vino diputados!  
Gabriel de la Mora, opositor y bandolero